La historia de Tempsa
Tempsa es el nombre latino de la antigua ciudad de Temesa, una ciudad de la antigua Italia de los Ausones, conquistada por los Brettii y los Griegos, luego colonia romana, ubicada en la costa tirrena.
Según Estrabón, Temesa fue habitada primero por los Ausones y luego por los Etolios de Toante, mientras que Solino atribuye su fundación a los Jonios. Estrabón, que también habla de la existencia de un heroon de Polite, uno de los compañeros de Ulises, la sitúa en Calabria, justo al norte de Terina.
En los siglos IV y III a.C., Temesa fue conquistada por la población itálica de los Brettii. Aníbal destruyó la cercana Terina alrededor del 203 a.C. y dejó intacta Temesa, que posteriormente se convirtió en colonia romana en el 194 a.C. con el nombre de Tempsa.
En el siglo VIII, todavía era sede diocesana.
La Tabula Peutingeriana marca esta localidad (Temsa) a 14 millas romanas al norte del río Tanno, identificado con el Savuto, pero el sitio, propuesto en su momento por algunos como Piano della Tirrena (una alta colina plana con vistas al mar en la confluencia del Savuto con el torrente Grande en el municipio de Nocera Terinese), a la luz de los últimos hallazgos, no parece convincente. La hipótesis más correcta podría ser el sitio ubicado entre los territorios modernos de Campora San Giovanni, Serra d’Aiello, Cleto y Nocera Terinese.
Según Manfredi-Gigliotti, el problema relacionado con la identificación exacta de la ciudad (¿Temesa brettia o Tamasso chipriota?) fue generado por la traducción errónea del pasaje literario de Estrabón donde se escribe sobre Temesa (Geografía VI, 1, 5) lo siguiente: “kai deiknutai calkourgeia plhsion, a nun ekleleiptai”. La frase generalmente se ha traducido: “Y, de hecho, en las cercanías (de Temesa) había minas de cobre, ahora abandonadas”. El error de traducción se refiere al término griego calkourgeia que se ha traducido como “minas de cobre”, mientras que es evidente que su semántica proviene de calkos (cobre) y ergomai (trabajar): no minas de cobre, sino talleres para trabajar el cobre. Incluso hoy, en las inmediaciones del sitio de Temesa, existe un distrito llamado le Mattonate que evoca claramente la presencia de hornos metalúrgicos (también atestiguados en la época medieval);
Finalmente, la circunstancia que elimina cualquier duda sobre la identificación de la ciudad está representada por la afirmación de Homero (Odisea, I, 180-184), donde se puede leer que, al ir a Temesa, se va a un pueblo que habla otro idioma ἐπ’ἀλλοθρόους ἀνθρώπους, alteridad entendida, obviamente, con referencia al idioma griego. En Chipre, el idioma hablado era el de Homero.
Fuente: Wikipedia